Terapeuta Holistca
Lisbeth Rangel

Pensar en el círculo como forma geométrica, nos lleva a conectar con esa igualdad, con la presencia del amor el uno por el otro, estas son cualidades del ser humano y con una marcada particularidad en las mujeres en su esencia femenina.

Este espacio es para ofrecerle a niñas entre 9 y 14 años la enseñanza que implica el paso de niña a mujer, donde se le transmiten los códigos de sabiduría que la acompañarán a lo largo de su vida para que esté lista para abrazarse en el recibimiento de su primera menstruación

Ser Madres en estos tiempos puede resultar desafiante, al encontrarnos en una época donde los niños que están viniendo, son niños diferentes.

La menopausia es el termino con el que la OMS describe en la mujer el cese de la menstruación, donde además se determina que la misma atraviesa determinados “síntomas”. La sociedad reconoce esta etapa en la mujer como un síndrome, calando en nuestra psiquis como que si esto implicara una enfermedad.

Las mujeres desde siempre hemos sabido sostener la creación de un ser humano adentro nuestro y darlo a Luz, nada se nos tiene que enseñar al respecto, esto decía mi profe cuando recibía la formación de doula

El puerperio en sí y la mujer puérpera está totalmente invisibilizado, durante el proceso de gestación desde diferentes lugares hay atenciones para con esa madre hasta que se desencadena el parto.

Las mujeres vivimos una serie de cambios en nuestra vida acompañados de hormonas y nuevas experiencias.

Durante la gestación de mi hija Luna, tuve una profunda conexión con mi panza, le agradecía tanto que su hermosa redondez fuese el tras telones del rostro de mi pequeña hija, en cada caricia sobre mi barriga cerraba los ojos e imaginaba que la estaba tocando a ella.

En esta ceremonia recibimos al bebe para darle nombre y lugar dentro de su nueva familia, hacemos participes a su tribu como un momento memorable, se presenta a los elementos, se hace la siembra de su árbol para darle raíz dentro del planeta que lo está viendo nacer.

La primera menstruación ha sido como los diferentes pasos de la mujer por la rueda de la vida momentos dignos de sacralidad.

Para los celtas la unión de dos seres que se eligen implicaba una ceremonia basadas en el amor, donde la libertad de credo y religión prevalece en este espacio, es un espacio propicio para fortalecer los lazos de esta unión a través de un ritual que bendice esta nueva etapa en sus vidas.

A lo largo de la historia podemos encontrar que las comunidades ancestrales no consideraban la chamana en una mujer hasta el cese de la menstruación por considerarse que su sangre sagrada ya no se emanaba hacia afuera, sino hacia adentro para gestar sabiduría.

El rito del útero es un viaje de sanación por las memorias del linaje materno alcanzando hasta la séptima generación donde se les informa a nuestros úteros que “el útero no es un lugar para guardar miedo o dolor sino para gestar y dar luz a la vida”.

El día del nacimiento es una oportunidad de renovar los votos con la vida, es un reinicio de un nuevo ciclo en la espiral de la vida, donde se agradece lo vivido y nos abrimos a través de la siembra de intenciones a la cocreación de la vida que elegimos vivir en lo venidero.